
(Alterar de las vértebras tronantes) dime tú si al mediodía cesará el ruido del mar (esta lujuria implacable recorre mis oídos).
Trépano imberbe, voz de la tuba misteriosa que juega a la maestra en mi ombligo y no se calla.
¿Qué será lo que lleva a mi cuerpo calloso a cantar así, a las cilias, a los materiales de mi oído interno?
¿Qué sacudirá a los pequeños cristalitos, qué al caracol, para que como un sinte desbocado superpongan senoidales con dientes de sierra?
Foto: Ángeles González