lunes, 29 de marzo de 2010

Cosas con alas



Así como lo sutil se hermana a lo flexible y poderoso
elala
se desprende de si
y muta en cielo
en pájaraverde/rana
salto/vuelo.
Así como la no falta se hermana a lo desprovisto
l'alatiembla tiene
da
apuesta doble.

Foto: €:>
Idea: Monserrat Parrilla Belfer
http://www.flickr.com/huesitomon

viernes, 19 de marzo de 2010

Cariño

Cariño, tengo una luz que al parecer no se va a quedar quieta y va a terminar tomando partido: es como una brújula sutil que se desplaza desde el fondo de mis ojos a los tuyos, será de dios tantos años yendo al oculista.
Cariño, no veo nada, y la luz me tironea en el hemisferio izquierdo del cerebro, y ya no quiere pasar por el cuerpo calloso.
Cariño, el microscopio parpadea, los portaobjetos te van a aplastar si te apartás tanto.
La inundación de información es fortuita, y los cientos de miles de axones y dendritas toman nota.
La nuca se me eriza y cualquier impulso pierde fuerza menos el que me manda apretar la tecla: Supr.




Foto: €:>

miércoles, 10 de marzo de 2010

Cosas del tren


No sé por qué elijo el tren que está a mi derecha. No es el que va a salir primero (supongo); no es rápido (colijo), ni siquiera sé si va a tener asientos libres. Ningún mensaje y son las 18.06. Las nubes ocultan un sol que está por ahí pero (no sé qué). Hoy no sé. No hay mensajes. La energía (creyéndole a C.) del sol (ese que adivino, letra ese) es fría, disuelta. Los mensajes también. Cómo no ser. Cómo no ser (tren). Cómo es que no te das cuenta de que nunca más va a ser lo mismo (clausura, pienso, y parece que a propósito pasaran dos monjitas con su velo azul, y el torno del monasterio). Se hizo hiato la línea, y el tren es como un convento sin rejas; una vez me morí de frío viajando abrigada solo con una toalla y una manzana verde. Todavía había conscriptos; estaban más muertos de frío que yo (y el sol va queriendo, lástima, así gris me gustaba); ahora el resplandor me ciega.
Sandalias, paraguas, botas, pebetes de jamón y queso. Eso es el tren. Comida y bebida.
Y vos, que no volviste a cocinar, me preguntás porqué. Para comer cocido hay que encender y alimentar el fuego, y pienso en los fogoneros de antaño.
Chocolates, ¿ves? ¿cómo hacer para no hincar el diente?
Y pancho super, y agujas, enchufes, canastas, bolsos, y el chocolate, y con almendras, y el tren, y si (y no).


Video: €:>

martes, 2 de marzo de 2010

Dígale al perro



Dígale al perro
que he violentado
el asunto de las rocallosas
y que el cuento de las
bengalas vacías
desinfló los orígenes
de semejante desacierto


Video: €:>