domingo, 26 de julio de 2009

Lily se decide




Digo bien, y esto podría ser el testimonio jamás publicado de la escritora ecuestre Griselda Zymanauskas. No siempre vigilante, a veces duerme, pero esta vez el sueño fue poco o casi nada. Suele aparecer en su perspectiva algún viejo cabrón que la mira demasiado de frente y ante el cual su cabeza y su corazón se ven obligados a girar hacia el lado contrario, provocándole calambres musculares y de los otros. La leche caliente es de demorarse, y prolonga la estadía de Griselda en la mesa del bar "El Odeón" de Ramos, justo frente al puesto de diarios desde donde D'Artagnan también la mira. Y si da vuelta la cabeza se encuentra otra vez con el viejo de saquito, así que se queda como está, hasta que el viejo verde se levanta y se va. La cosa viene ansiosa. Recién sale de lo del dentista ( nada grave) y entra una minita a matar o morir.
-Nada que ver- piensa Griselda.
Son las 9 de la mañana y pasa el tren. Mucha pintura. Desborda sueño y leche caliente. Mi garganta. Tengo la voz desfigurada. Y pereza y enojo, todo al mismo tiempo. Otro viejo verde. La gente es infiel, endeble y debutante. Válganle los ojos, las manos. Ella escucha. Recorta el material, filtra y acomoda. Qué gran abatimiento. Qué historia adulterada. El último testimonio escrito de la Zymanauskas en prensa. Cuántas páginas.
-Torcete- me dijo.
El vidrio es blindado. Nadie te va a oír. Tranquila. Somos de la partida, el corazón blando y las uñas cortas.
(La minita está atenta. Espera a alguien).
Al principio costaba desprenderse de esa armazón de hierros tensos. Una mezcla de espanto y tersura.
Eso fue, y no imprimió.
Mis ambiciones literarias nunca fueron más allá del insulto disfrazado. Pero Griselda, Griselda Zymanauskas. Voy a entregar su nombre y su hambre al linotipista.
(Sigue bostezando y es como si las palabras que no dice ni inscribe engordaran su nariz y nunca hubiera despedidas). La minita habla por teléfono sin sacarse los taqitos. Algo falla.
Siguiendo con mi línea de pensamiento, admito el cruce de las aguas y de las vidas y de las letras. Habrá que encender la luz. El sueño puede más. La mano se me duerme. Lector, amigo mío, nos vemos en el kiosco.


Arte : Geoff Robinson
http://www.art-robinson.com/

domingo, 19 de julio de 2009

Mucho mar (Nº4 de la "Suite Barroca de Canciones Urbanas"- Giga)


Un mar en el medio del mar
en el medio del mar,
un cielo en el fondo del cielo
en el fondo del mar.
Un pájaro al fondo del cielo
amapola en el sol;
un pez en el fondo del sol,
mar de fuego tal vez.
Nada es casual, todo es real,
como el reflejo del cielo en tu mar,
nada es casual, todo es real,
y te dibujo en el cielo...
Un sol en el fondo del mar
en el ojo del pez;
un pájaro al fondo del sol
es tu cielo tal vez.
Ojo, amapola, cielo, pez
y pájaro de fuego,
todo es real, dibujar,
nada es casual en el mar...
Nada casual es el mar,
es nadar, dibujar...
amapola, fuego,
pájaro, pez...
Arte: Geoff Robinson

miércoles, 8 de julio de 2009

Multitrack 3 ( de Perritos)




Trk01.
Bang
Guab
Bank
Knäb
Ven
Neuf, Neuve
Eh... Buén
New
When
New

Yo.

Trk02.
Búh/ Pichuca/Mi Perrito
el cuquito de mi amor
en
cerradito
(cuando pienso si tus dudas -vueltas cuerdas-
caminar por el hilo de éstos días).

Trk03.
Dígale al perro que he violentado el asunto de las rocallosas
y que el cuento de las bengalas vacías desinfló los orígenes de semajante desacierto.


Arte: Geoff Robinson
http://www.art-robinson.com/

domingo, 5 de julio de 2009

Lo normal



Lo normal es
que tomen mi silencio como estupidez,
mi verborragia como imbecilidad,
mi paciencia como un yunque,
mi entrega como candidez,
mi cuerpo como premio,
mi ignorancia como algo superficial,
mi piedad ante ciertas mentiras
como ingenuidad, credulidad,
y mi tristeza como piedra para tirar a los pájaros
que les comen los ojos.


Arte: "Personaje I" , Gabriel Pranich (tinta sobre papel 27 x 19 cm. 2008)