domingo, 10 de febrero de 2013

La fe



















Apareció de repente en la vida de todos para no irse nunca.
Esa mañana la bendición de los dedos pasó de ser una alegría natal a considerarse pandemia y enemigo.
No fue fácil redactar los edictos condenatorios con todos esos dedos brotando por ahí, en las bocas, en los brazos, en los ojos y en las piernas.

Arte: Octavio Alberto Joaquín Tapia