
Me inventé un pasado por sobrevivir,
me inventé un futuro para no nacer,
me inventé una estrella con lo que leí
atada a un remedio sin poder correr.
Me fui de mi casa por lo que aprendí,
me encontré viajando con lo que pasó,
me perdí y después no me reconocí,
me quedé despierta y todo me asustó.
Me rodeó la noche y tuve que vivir
con el alma muda y sin poder cantar,
con la voz partida y sin poder decir,
sabiendo palabras, no poder hablar.
Y los pensamientos como un girasol
un día salieron de su caja azul,
como los cometas que en el cielo van
abriendo en silencio su cola de tul.
Lágrimas salvajes, llenas de color,
sentimientos vivos, un cuerpo animal,
cristales de nieve, delicado son,
frutas, hermosuras del fondo del mar.